5 beneficios que la playa aporta a nuestra salud
Cualquier excusa es buena para ir a relajarse un poco a la costa, pero si añadimos que la jornada puede ser beneficiosa para nuestra salud, el plan gana enteros. Silvia C. Carpallo ha escrito para S Moda un artículo en el que describe algunas de las razones por las que ir a la playa puede ser beneficioso para la salud. A continuación desgranamos los 5 beneficios que el agua de mar y el clima marítimo aportan a nuestra salud:
1. Induce al sueño y ayuda a reducir la ansiedad
¿Quién ha ido a la playa y no ha empezado a sentir una especie de amodorramiento que en ningún otro lugar experimenta? La explicación la tiene Araceli Muela García, especialista en hidrología médica: «la ionización negativa de la brisa marina aumenta los niveles de serotonina, con lo que comienza a disminuir los niveles de ansiedad». Todo ello sumado a que «el ejercicio físico que se realiza durante la natación, favorece el enlentecimiento del ritmo cardíaco, una mejor oxigenación de los tejidos y mejora la circulación periférica, pero es que además el sol y el calor tienen efectos sedantes, por lo que tras un año, la fatiga acumulada por el esfuerzo facilita la relajación y la inducción al sueño«.
2. Mejora las articulaciones y tonifica los músculos
Jesús J. Rojo, director del departamento de salud y rendimiento humano de la Facultad de Ciencias de la Actividad Física y el Deporte (INEF), insiste en que en la playa «la libertad de ropa y el contacto del aire sobre nuestra piel nos invita a pasear, y posiblemente esta sea la actividad más practicada, el paseo por la playa». Durante este paseo «se mejora la propiocepción en las articulaciones del pie, rodilla y cadera, a la vez que regenera la piel de la planta del pie y, si vamos mojándonos las extremidades inferiores, refrigeramos el organismo, ya que desde la planta del pie se bombea la sangre hacia el corazón», apunta el experto. Así, un paseo a buen ritmo «va a ir adaptando nuestro organismo y tonificando la musculatura de piernas y muslos«. También los glúteos pueden muscularse un poco si añadimos algo más de esfuerzo y subimos alguna pendiente. «Pero lo más importante es realizar el paseo a primera hora de la mañana o última de la tarde y siempre con factor protector y protección de ojos con gafas o lentillas con filtro UV», advierte el profesor de INEF. Por último, añade que «algunas personas aprovechan el aire libre para practicar algún deporte, aunque sea petanca o palas, lo que nos permitirá quemar alguna caloría más, las del helado vespertino, a la vez que nos hará pasar el tiempo de forma más entretenida».
3. Relaja la musculatura y beneficia el cartílago
«El golpeo de las olas contra nuestro cuerpo actúa a modo de masaje, provocando una relajación muscular«, añade Jesús J. Rojo. Además, movernos dentro del agua tiene otros beneficios: «no tanto el nado, que suele realizarse con estilos poco adecuados y no alcanza la intensidad ni duración que pudiera considerar como ejercicio, sino el andar dentro del agua o realizar esos saltos rompiendo las olas». Al estar dentro del agua, percibimos nuestro peso de forma más ligera «con lo que podemos mover rodillas y cadera con una carga menor, lo que beneficia la nutrición del cartílago, a la vez que no se le daña si estamos pasados de peso. También tendremos el beneficio provocado por mejorar el retorno venoso y realizar un buen drenaje linfático, todo ello debido a la mayor presión que hay a mayor profundidad».
4. Mejora la vestilación y previene enfermedades respiratorias
La Dra. Muela García afirma que «la brisa marina actúa como una especie de aerosol o spray natural muy rico en yodo, perfecto para regular la glándula tiroides y por el grado de humedad, ayuda a la expulsión de moco». Añade que «el ritmo cardíaco se hace más lento y mejora la circulación periférica, aumenta la amplitud de los movimientos respiratorios, mejorando la ventilación pulmonar, aumenta la hemoglobina y hematíes y fijación de oxígeno. El aire marino, además, produce ozono de forma natural con propiedades bacterianas que también previene enfermedades respiratorias«.
5. Disminuye el envejecimiento de la piel, mejora el ritmo cardíaco, etc.
La alta concentración de sales minerales del agua de mar aporta diferentes efectos sobre el organismo, entre los cuales, la experta destaca «la acción antialérgica sobre la piel y el apartado respiratorio; la acción descontracturante muscular; la relajación del sistema nervioso; la reactivación circulatoria de los tejidos, el efecto antioxidante para paliar el envejecimiento de la piel; la acción oxigenante a nivel celular; la fijación del calcio en procesos de osteoporosis; la mejora del ritmo cardíaco y la mejora de la función muscular. El agua del mar y los elementos que lo acompañan son ideales para conservar la salud integral por repercusión general sobre el metabolismo y las funciones orgánicas y físicas».
Así que, ya sabes, no pierdas la oportunidad de darte el capricho y pasar unos días de playa en Palma, Tarifa o Ibiza este verano. Será por excusas…
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