jueves, noviembre 14, 2024
Turismo

Park Güell, el arte de Gaudí al aire libre

Ni Parque Güell ni Parc Güell, su verdadero nombre es Park Güell, ya que su ideólogo quería recrear los parques residenciales británicos. Barcelona, la Ciudad Condal, alberga uno de los parques más conocidos en España. Seguro que si le preguntas a alguien por el Park Güell sabrá de qué hablamos. Pero pocas personas conocen la verdadera historia de uno de los emblemas de la ciudad.

Este parque de más de 17 hectáreas está considerado Monumento Artístico desde 1969 y Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO desde 1984. Gaudí quiso que la zona se fundiera con la naturaleza que la rodeaba, de ahí las ondas y las formas que pretendían fundirse con los árboles y demás vegetación.

Obra del arquitecto Antoni Gaudí por encargo del conde Eusebi Güell y, comenzó a construirse en octubre de 1900. El proyecto original pocos lo conocen: el Park Güell fue originalmente un proyecto inmobiliario que fracasó. Güell encargó a Gaudí hacer una urbanización para familias acomodadas en una zona de Barcelona llamada la Montaña Pelada, una zona inmejorable por sus vistas al mar y a toda la ciudad de Barcelona. En 1904 ya estaban construidos los dos pabellones de la entrada, la escalera, el refugio para coches de caballos, la valla exterior, los viaductos, parte de la explanada y el sistema de evacuación de aguas. Sin embargo, la venta de parcelas se hizo imposible: las condiciones de venta eran complejas, se trataba de una zona alejada del centro de Barcelona y los precios eran excesivamente elevados. En 1914, en vista del fracaso, se abandonaron las obras. Sólo se construyeron dos de las 60 casas previstas (la de un abogado amigo de Güell y Gaudí y la del propio Gaudí), además de una antigua casa señorial que ya existía en las inmediaciones y que Güell convirtió en su residencia. Así fue como el Park Güell se convirtió en un gran jardín privado de las tres familias residentes allí, hasta que en 1918, cuando Güell murió, sus familiares ofrecieron el parque al Ayuntamiento de Barcelona, que lo compró en 1922.

Con la apertura del Park Güell como parque municipal se modificaron los usos de sus edificaciones originales: la casa de la familia Güell se convirtió en el Colegio Público Baldiri Reixac; La casa de Gaudí, donde residió el arquitecto con su padre y su sobrina hasta 1925, funciona actualmente como Casa Museo Gaudí; y la Sala Hipóstila, también conocida como la Sala de las Cien Columnas, que fue construida para que funcionara como mercado de la zona residencial actualmente sirve como lugar para numerosos conciertos de bandas de música.

En la escalinata de la entrada descansa la escultura de una salamandra o dragón, símbolo no sólo del parque, sino de la ciudad de Barcelona. No se sabe con exactitud si se trata de una salamandra o de un dragón, dado que carece de cola. Existen libros y tesis doctorales al respecto. Una de las versiones más extendidas es que podría tratarse de Pitón, el dragón vencido por Apolo y encerado en el templo de Delfos como guardián de las aguas subterráneas, ya que la figura sirve de desagüe del parque.

La Plaza está sin pavimentar porque recoge el agua de las precipitaciones y la canaliza por las columnas, para guardarla en un depósito y utilizarla como regadío del propio parque. Si el depósito se llena, el agua es expulsada, como hemos nombrado antes, por el dragón de la entrada.

Quizás deberíamos dar gracias porque si se hubiera llevado a cabo el proyecto inicial, el Park Güell no existiría hoy en día como tal, sería una de las urbanizaciones privadas más caras de Barcelona y sólo podrían disfrutarlo unos cuantos.

Si estás pensando en visitar Barcelona, recuerda que puedes llegar en ferry hasta su puerto, y no olvides visitar este bonito parque, símbolo de la ciudad.

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