domingo, diciembre 22, 2024
TrayectosTurismo

Una escapada para todos los gustos: Cork y Roscoff

Nos trasladamos a Irlanda y Francia, porque en el post de hoy hablaremos de una de las rutas más internacionales que puedes hacer en ferry: visitamos las ciudades de Cork y Roscoff.

Cork es la segunda ciudad más poblada de Irlanda, después de Dublín, y capital del condado que lleva su mismo nombre en Munster. Aunque todos la conocemos por Cork, su verdadero nombre en irlandés es Corcaigh, que deriva de la palabra corcach (marisma), ya que está construida sobre el río Lee, que se divide en dos canales al llegar a la ciudad, por lo que la divide en tres y crea una isla, donde está el centro de la ciudad.

¡Te recomendamos que no olvides tu paraguas! los días de lluvia son frecuentes, siendo enero el mes más lluvioso y más frío, con 3 °C de media.

Hay muchísimas cosas que ver en esta preciosa ciudad, en su calle principal la St Patrick’s Street podemos encontrar importantes edificios y comercios, siendo la segunda calle más cara del país. Si visitas el antiguo centro financiero en South Mall aún quedan algunos bancos antiguos, entra en alguno para contemplar su interior.

En la ciudad se encuentra el rascacielos más alto de la isla, el The Elysian, construido en 2008. Antes, también se encontraba en Cork el edificio más alto de la isla, la torre County Hall. Y el edificio más largo de Irlanda también lo puedes encontrar en Cork, se trata de un antiguo Hospital Psiquiátrico, que en la actualidad está totalmente renovado y es un complejo residencial.

La ciudad consta de dos catedrales: la Catedral de Santa María y Santa Ana y la que recibe el nombre del patrón de la ciudad, la Catedral de San Finbar, donde podemos encontrar una escultura donada por William Burgues de un Ángel de la Resurrección. Cuenta la leyenda que el día que se caiga, será el principio del fin del mundo…así que imaginad lo bien cuidada que está.

Como curiosidad, en la torre de la Iglesia de Santa Ana se encuentran cuatro relojes al que se le llaman “El Mentiroso de las Cuatro Caras”, y es que si lo miras desde la base de la torre, cada reloj parece que muestra una hora diferente.

Four-faced Liar

El actual Ayuntamiento fue construido gracias al gobierno británico, que asumió los costos como gesto de reconciliación, ya que el antiguo fue destruido por los Black and Tans durante la Guerra de la Independencia.

No puedes irte sin probar dos de sus platos típicos, los crubeens (patas de cerdo hervidas) y el drisheen (morcilla).

En su puerto, el segundo más importante del país y uno de los puertos naturales más grandes del mundo, cogeremos un ferry de la naviera Brittany Ferries que nos llevará a Roscoff, en Francia.

Roscoff

Y es que después de unos días visitando castillos e iglesias en Cork acabarás un poco cansado, así que esta pequeña población francesa es perfecta para descansar. Situada en el Finisterre Francés, la ciudad está construida sobre una península abierta a La Mancha.

Relájate paseando por sus tranquilas calles, degusta su estupendo marisco, sobre todo la langosta, famosa en todo el mundo por su sabor y textura y si aún tienes ganas de hacer turismo desplázate a la isla de Batz, una isla muy singular que merece la pena conocer. También podrás llegar a pie, cuando la marea esté baja, a la isla de Siec. Visita su acuario Océanopolis, donde podrás descubrir el Océano Polar, el Tropical y el Moderado.

¿Te ha gustado nuestro viaje de hoy? Turismo y relax, para todos los gustos. Te esperamos en nuestro próximo post 😉

Un comentario en «Una escapada para todos los gustos: Cork y Roscoff»

Deja una respuesta